Este disco se grabó en directo en el sitio del mismo nombre, ya cerrado, situado en la mítica Cava Baja, en pleno centro de la Villa y Corte. A pachas, como se suele decir. Un mano a mano entre Joaquín Sabina, Javier Krahe y Alberto Pérez.
Fue éste, el primer acústico que salió a la venta en nuestro país muchos años antes de que se pusieran de moda y acabáramos todos empachados de tanto desenchufe eléctrico.
He escogido esta canción porque comienza con dos de los cantaautores (Sabina y Pérez) preguntándole al personal por su compañero Krahe, al cual no encuentran. Esa complicidad con el público, esos vasos de cubata chocando entre sí, esos comentarios desenfadados e improvisados... Ningún directo recoge hoy día esas sensaciones. Las que, precisamente, le dan no sólo cuerpo, sino alma frente a un desangelado y frío disco de estudio. Ese calor y ese buen rollo que tantas veces he podido captar en tantos conciertos en garitos pequeños o medianos. Y aquí reposa, en un sitio privilegiado de la estantería. Debido a todos esos momentos. Capturados, ahí, en un cd y que con el transcurrir de las canciones te va atrapando, metiendo dentro de La Mandrágora y disfrutando, frente a frente, con estos tres autores geniales y esas canciones tan cachondas. Estás ahí, en esa grabación. Y no hace falta nada más. Pasándolo bien, que es de lo que se trata.
Nota final: Apenas un año después de esta grabación, el trío se separa y cada uno comienza su carrera en solitario, de todos conocida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me suena