viernes, 26 de julio de 2013

I´d love to change the world - Ten Years After

Reencontrarse con esta canción es como reencontrarse con un viejo amigo: un momento mágico.

Alvin Lee y sus muchachos (Eric Lee, Leo Lyons y Chick Churchill) sacaron éste y otros himnos allá por los años 60, en una Gran Bretaña donde eclosionaban grupos (Cream, por ejemplo) que rendían tributo al Rythm and Blues del otro lado del atlántico, dándole su particular enfoque.

Entre 1967 y 1969 rompieron moldes y saltaron a la fama, encumbrándose con la interpretación de 11 minutos que se marcó Alvin, guitarra en mano. Dejó boquiabierto a todo Woodstock con su archiconocido tema I´m going home. A partir de ahí vino la locura y Ten Years After no pararon de girar y girar por los más importantes festivales de su época (Isla de Wight, 1970) hasta que agotados, en 1974 tiraron la toalla.

Seis discos dan fe de la calidad de este grupo y entre ellos queremos destacar esta canción. Por su mensaje, por olvidada.

...Nos gustaría cambiar el mundo, sí, pero no sabemos cómo... Dime donde está la cordura.... 




viernes, 5 de abril de 2013

¿Qué harías tú en un ataque preventivo de la URSS? (Polanski y el ardor)

Suenan tambores de guerra en Corea, amigos. Los norcoreanos, con su "líder" al frente como el más flipao de todos ellos, quieren jugar al Risk pero con misiles de verdad. Y para ello, están decididos a arrasar con Corea del Sur y cualquier cosa que huela a estadounidense. Suponemos que Mickey Mouse, incluido.
Por culpa de una dictadura estalinista y cateta donde las haya, la tercera guerra mundial puede asomar el hocico de aquí a nada. En vez de dedicarse a destrozar los escaparates de algún Mac Donald´s, como se hace en Occidente, o piratear las películas de Hollywood, se la han tomado por la tremenda y quieren liarla parda. Algo que los USA, un país donde puedes comprar armas en un supermercado (recordemos), no va a consentir.

Por todo ello, por tirios y troyanos, volvemos a sacar a la luz esta canción.

A finales del 82, con la resaca del Mundial a cuestas, un grupo madrileño llamado Polanski y el ardor sacó esta canción como maxisingle. La Guerra Fría estaba en pleno auge y en la Europa libre algunos se jiñaban la pata abajo temerosos de que a los soviets les diera por sacar a pasear sus misiles fuera de la Plaza Roja. El caso es que tuvo éxito y durante algún tiempo se escuchaba tararear por ahí, con hombreras y a lo loco, el título de esta canción. Animados por ello,  En el 83, sacaron el que sería su único disco "Chantaje emocional". Gira al canto y separación al año siguiente fueron el resultado de su efímera carrera.

Víctor, Pejo, Carlos y Sebastián sonreirán donde quiera que estén cuando algún cuarentón, nostálgico de la movida madrileña, silbe o tararee dicha canción. En algún atasco o a última hora, cerrando bares entre semana, como Dios manda.

¿Qué harías tú en un ataque preventivo de Corea del Norte? Seguramente lo mismo que ellos. ¡No sé!




viernes, 22 de febrero de 2013

Bat Out of Hell (Meat Loaf)

Marvin Lee Aday. Todo un currante. Del cine y de la música. Del cine, en papeles pequeños, esporádicos. En la música, aunque en un principio no tuvo suerte, pudo componer y sacar a la luz esta pequeña obra maestra, como disco y como canción titulada Bat Out of Hell.

Corría el año 1976 y tras ser rechazado en todas las discográficas, sólo un productor se atrevió a apoyarle, lo que le posibilitó hacer el disco realidad. Su lucha ha sido constante. Ha seguido en papeles pequeños, casi minúsculos (quizá se le recuerde más por la película Locos en Alabama o en El club de la lucha). De la música, le vino el éxito en 1993 de la mano de su "Bat Out of Hell II" con canciones como " I´d do Anything for love", que llegó hasta lo más alto en las listas de éxitos. Incluso obtuvo un Grammy. Y poquito más, la verdad.

Se ha arruinado un par de veces y la suerte no le ha acompañado como debiera. Le han cerrado muchas puertas. Aún así, Marvin  no se ha rendido y ha seguido ahí, al pie del cañón.

Nos ha legado, para mi gusto, una canción y un disco con sabor a ópera rock, con unas composiciones sumamente cuidadas y con una de las introducciones más contundentes, explosivas y geniales que una canción puede tener. Una puñetera obra maestra que merece ser puesta una y otra vez, una y otra vez, hasta transportarte más allá del cielo y del infierno. A un mundo sólo de música.